Añasco

Una joya escondida en la costa oeste. 

Ser eclipsado por Rincón, un lugar frecuentado por surfistas, al norte, y la ciudad universitaria de Mayagüez, al sur, es una bendición disfrazada para el pueblo de Añasco. Sus playas prístinas son tan impresionantes como las de sus vecinos, pero con menos gente alrededor. También hay lugares interesantes para explorar que incluso pueden ser nuevos para los lugareños. 

Si solo estás de paso por Añasco, hay algunos sitios de parada rápida para visitar como el Mirador, una torre de vigilancia de tres pisos en la PR-115 con vista al Pasaje de Mona y el puente de hierro Salcedo que cruza el Río Grande de Añasco. 

Rincon Beach Resort 

Ya sea que vengas para un fin de semana romántico o para pasar tiempo con la familia, Rincón Beach Resort es el escenario perfecto para una escapada tropical. Este espacioso hotel ofrece habitaciones y villas con vista al mar, al jardín o junto a la piscina. Las comodidades incluyen una enorme piscina infinita y acceso privado a la playa Almirante, una playa de arena apta para bañistas compartida por Añasco y Rincón. Los dos restaurantes y el bar del complejo sirven cocina caribeña, española y mediterránea, junto con cócteles creativos. 

Playa de Añasco y el Parque Nacional Tres Hermanos 

Junto con Almirante, Añasco cuenta con otras dos hermosas playas: la playa de Añasco y el Parque Nacional Tres Hermanos. La playa de Añasco es aislada, pintoresca y serena. Piensa en arena blanca, olas tranquilas y una costa escarpada de fondo. Solo asegúrate de traer todo lo que necesitas. Tres Hermanos es muy similar, la única diferencia es que, al ser administrada por Parques Nacionales de Puerto Rico, esta playa cuenta con estacionamiento, duchas y baños, glorietas, áreas para acampar y un área para remolques. 

Plaza de Recreo José A. Pesante 

La plaza del pueblo de Añasco es la segunda más grande de la Isla y vale la pena visitarla si te interesa la historia. La plaza está encabezada por una hermosa iglesia católica construida en 1919 después de que la original fuera destruida por un terremoto. Curiosamente, la plaza también cuenta con una estatua que retrata el momento en que los indios taínos finalmente decidieron probar si los invasores españoles eran realmente dioses. Ahogaron a un soldado en un río y este hecho derivó en la revuelta taína. También le dio a Añasco el sobrenombre de "Pueblo donde mueren los dioses". 

El Salto de la Encantada 

Esta cascada se precipita sobre rocas resbaladizas y se oculta detrás de un denso follaje. Hay un paseo marítimo y bancos de picnic a su alrededor, así como escalones que conducen a una piscina natural. Su nombre se deriva de una leyenda, la de una joven taína llamada Humata que se enamoró de un soldado español pero él no correspondió su amor. Murió con el corazón roto y los lugareños dicen que a la medianoche se puede ver a la joven peinándose al lado de la cascada.