Lago La Plata in Toa Alta
Toa Alta
Un lugar tranquilo para relajarse y descansar.
Para alejarse del ritmo frenético de la vida de la ciudad, ve a Toa Alta, un escape sereno en el norte de Puerto Rico. Fundado en 1751, Toa Alta es uno de los municipios más antiguos de la Isla. Su terreno llano y cargado de ríos, hizo que esta tierra fértil fuera atractiva para la agricultura y la ganadería. Hoy en día, la industria agrícola ha dado paso en gran medida a la industria de manufactura, aunque los esfuerzos locales tienen como objetivo revivir la economía agrícola.
Toa Alta goza de algunos apodos que rinden homenaje a sus legados históricos. El apodo de la Ciudad de Josco hace alusión a los toros puertorriqueños que alguna vez fueron numerosos en la zona. La Cuna de los Poetas es un homenaje a los muchos escritores importantes que han vivido aquí, incluidos Pablo Morales Cabrera y Abelardo Díaz Alfaro.
El municipio se encuentra entre Dorado y Toa Baja al norte, Naranjito al sur, Vega Alta y Corozal al oeste y Bayamón al este. Conducir hasta aquí desde el aeropuerto SJU toma unos 45 minutos.
Parroquia San Fernando Rey en Toa Alta.
Al aire libre
Toa Alta es el lugar perfecto para salir y disfrutar de la simplicidad de la naturaleza.
Hermoso para la vista, el Lago La Plata está rodeado de frondosos árboles y vegetación. Visitantes de todas las edades pueden pasar el día aquí pescando, nadando, paseando en bote y haciendo un picnic. Un área recreativa está equipada con instalaciones que incluyen gacebos, asadores y baños.
A las familias les encanta la Hacienda Rosada Ayala, una hacienda abierta al público cuyos terrenos están decorados con artículos inusuales como bicicletas oxidadas y una bomba de gasolina antigua. El lugar también incluye un museo de historia, juegos al aire libre y Kañaveral, un restaurante al aire libre que sirve mofongo, langosta caribeña y otras auténticas comidas puertorriqueñas.
El centro del pueblo
La plaza principal del municipio cuenta con un puñado de puntos de interés.
La iglesia Parroquia San Fernando Rey data de 1752, apenas un año después de la fundación oficial del municipio. Al otro lado de la calle, en la plaza pública, verás el popular árbol de balas de cañón, que fue plantado hace más de un siglo y cuya fruta se parece, lo adivinaste, a las balas de cañón. A unos pasos, el Teatro Municipal Tomás “Maso” Rivera es un teatro histórico que lleva el nombre de un famoso músico jíbaro que nació aquí.