Siente la brisa del mar mientras caminas por el malecón de Loíza.
Loíza
A pocos minutos de San Juan y justo después de la zona turística de Isla Verde, se encuentra el pueblo de Loíza, mejor conocido por sus tradicionales máscaras de vejigante y la comunidad costera de Piñones, donde puedes probar algunas de las mejores frituras de la región.
Pero lo que distingue a Loíza de cualquier otra parte de Puerto Rico es la rica herencia africana que impregna la identidad del pueblo. El municipio fue poblado en el siglo XVI por miembros de la tribu Yoruba que fueron traídos a la Isla como esclavos. En los tiempos modernos, la mayor parte de la música, la danza, las tradiciones culinarias y el arte que se produce en Loíza es afropuertorriqueño y el pueblo tiene la población negra más grande de la Isla.
Piñones
La primera parada para muchas personas que visitan Loíza es Piñones. Esta comunidad está compuesta en su mayoría por negocios que venden frituras, así como pinchos de pollo y cerdo, mariscos frescos y frapés de frutas. El más famoso es El Boricua, que hace sus frituras al momento garantizando frescura y sabor intenso, sin mencionar que las porciones son enormes.
También puedes visitar el Bosque Estatal de Piñones, un manglar que se extiende por la mayor parte de la costa de Loíza. Puedes andar en bicicleta, caminar o correr los 11 kilómetros de sendero y malecón desde Punta Cangrejo (donde Piñones comienza en el límite de Loíza) hasta la playa Vacía Talega.
COPI, un centro cultural y ecoturístico en Piñones, tiene alquiler de bicicletas y kayaks, y también ofrecen clases de bomba y talleres culturales.