Lo que necesitas es amor y una pizca de la magia de Puerto Rico.
El paisaje deslumbrante de la Isla, los alojamientos íntimos, la cocina exquisita y las aventuras inolvidables te dejarán boquiabierto a ti y a tu pareja. Primero, pasa tiempo admirando la naturaleza o tomando el sol. Luego, ve a bailar algunos de los ritmos más sensuales del mundo. O navega hasta una playa pristína donde podrás relajarte y refrescarte con una deliciosa piña colada.
Haz las maletas, toma a tu ser querido de la mano y deja que la Isla los hipnotice. Aquí hay algunas sugerencias para pasar cuatro días de romance explorando Puerto Rico.
Día 1: Enamórate de la ciudad
¿Estás listo para llenar a tu pareja con amor y ternura? Eso es lo que te espera en tu primer día en Puerto Rico. Comienza tu aventura caribeña registrándote en el Condado Vanderbilt. Déjate llevar por el lujo de esta impresionante propiedad histórica y deleita tus ojos con las increíbles vistas al océano desde la terraza del hotel. Opta por una ubicación más céntrica, Condado Palm Inn San Juan, Tapestry Collection by Hilton se encuentra a solo una cuadra de la playa y a pocos pasos de numerosos restaurantes, tiendas, museos y lugares de entretenimiento en la zona. Otra opción lejos de los resorts es O:LV Fifty Five, un hotel boutique solo para adultos ubicado entre la Laguna de Condado, a pasos de la playa.
Suelta tus maletas, refréscate y sal a explorar la ciudad. Si ir de compras está en tu lista de cosas para hacer en Puerto Rico, entonces una visita a Condado es la perfecta oportunidad para hacerlo. Así que pasea por la avenida Ashford, la "Quinta Avenida” de Puerto Rico – donde encontrarás marcas como Louis Vuitton, Cartier y Gucci, así como diseñadores locales como Nono Maldonado, Lisa Thon y Harry Robles.
¿Tienen hambre? Pasa por Cocina Abierta, ¡un lugar perfecto para una cita! Con un menú ecléctico y un concepto de cocina abierta, este restaurante fusiona distintas culturas en un solo plato. Si estás buscando una experiencia más local, prueba la comida en Cayo Caribe, cuya especialidad en mariscos no desepcionará.
Una vez hayan comido, regresen al hotel para una tarde de relajación. Luego de aventurar por el opulento hotel, coordina para un masaje de parejas en el único Spa Hamman del Caribe. Toma este tiempo para desconectarte y recargar mientras disfrutas de tiempo en pareja en el sauna o en el cuarto de vapor – o experimenten el Ritual Hamman juntos mientras pasan por un proceso de purificación que les ayudará a sincronizar la mente y el cuerpo.
Cuando esté cayendo el sol, pueden planificar una cena en el icónico restaurante 1919, donde el chef galardonado con estrellas Michelin, Juan José Cuevas fusiona una cena de clase mundial con el sabor de ingredientes de origen local. Para una cena divertida y experimental, puedes reservar en Orujo por chef Portela. Puedes degustar toques modernos en sabores clásicos clásicos basados en el menú conceptual del chef. O, si estás buscando sorprender con un gran gesto amoroso, puede reservar un picnic inolvidable al atardecer sobre una plataforma flotante de O:live Experience. ¿Hay algo más romántico que tomar champán en medio de una laguna en el Caribe? Sorprende a tu pareja con esta experiencia única y está garantizado que los dejará boquiabiertos.
Luego de la cena, toma un tiempo para explorar la vida nocturna de San Juan. Ponte los zapatos de baie y muévete al ritmo de salsa, bachata, merengue, reggaetón y música house. Haz paradas en clubes como Fifty Eight en el icónico resort La Concha y en club Vibra Bar & Lounge, o explora La Placita de Santurce, un ambiente más relajado con muchas oportunidades de baile y oportunidades para entrar y salir de bares.
Consejo: Antes de salir a tu próximo destino, pasa por Ola Ocean Bistro para un desayuno junto al mar.
Echa un vistazo a estos increíbles restaurantes y bares en azoteas en San Juan
Día 2: Encuentra el amor en el este
¡Dile adiós a la vida de ciudad y dirígete hacia el este para un tiempo más tranquilo y relajado.
Como vas a tu propio ritmo y estás en buena compañía, elige el camino menos transitado de San Juan a Río Grande. Baja las ventanas del carro para que pueda disfrutar mejor de la vista panorámica de la playa y disfruta de la brisa del mar mientras pasas por Piñones. No tienes prisa, así que deténte comer unas alcapurrias o bacalaítos (o ambos) y un par de cervezas frías en los lugares favoritos de los lugareños, Nana's Place, Donde Olga o El Boricua.
Una vez en Río Grande, tendrás muchas opciones para pasar la noche. Si deseas mantener el tema de lujo exclusivo en tus vacaciones, puedes optar por quedarte en el St. Regis Bahía Beach Resort, el Hyatt Regency Grand Reserve o en el Wyndham Grand Rio Mar, tres paraísos frente al mar para parejas que buscan consentirse durante las vacaciones. Puedes encontrar un lugar más íntimo en Dos Aguas Bed and Breakfast, una excelente y moderna opción en la falda de El Yunque.
Después de acomodarte en tu hotel, es hora de divertirte. Puedes ir al balneario La Monserrate de Luquillo, donde pasarás unas horas relajándote bajo el sol y refrescándote en las suaves olas azules. Allí puedes alquilar sillas y sombrillas y disfrutar de piñas coladas, agua de coco fría, helados y algunas frituras de negocios locales.
Si no te sientes lleno de todos los refrigerios en la playa, estás cerca de los Kioscos de Luquillo, una franja de restaurantes, bares y tiendas de souvenirs justo afuera de La Monserrate. Desde hamburguesas caseras en Burger Shack hasta cocina peruana en Ceviche Hut y comida criolla en El Terruño o La Parrilla, puedes encontrar cualquier cosa que tu corazón y tu estómago deseen.
Una vez que hayan almorzado tarde, tomen algún tiempo paseando por las tiendas. Si no están demasiado cansados, pueden planificar un paseo a caballo al atardecer para parejas en Hacienda Carabalí o tener una experiencia surreal con agua que brilla en la oscuridad en la bahía bioluminiscente de Laguna Grande en Fajardo. Planea una cena en Paros, el restaurante del St. Regis. Otros restaurantes cercanos como Don Pepe, W Sushi Bar o el restaurante mexicano Dos Panza brindan un ambiente más relajado.
La pequeña isla de Icacos alberga una de las aguas más cristalinas y claras de la costa este.
Día 3: ¡Haz a un lado tus problemas!
Sí, han pasado tiempo en la playa, pero ¿existe el exceso de agua salada?
Tu pareja y una toalla son todo lo que necesitas para embarcarte en un romántico viaje en catamarán a Icacos y sus cayos, frente a la costa de Fajardo (a 15 minutos de tu estadía en Río Grande). Una de las playas más pristínas del lado este se encuentra en una reserva natural, donde puedes caminar alrededor del cayo, bucear, explorar la increíble vida marina o relajarte en el bote y disfrutar de la vista. Pero seamos honestos, una vez veas las aguas turquesas chocar contra la orilla de arena blanca, chapotearás en poco tiempo. Reserva una experiencia de lujo VIP con charters privados certificados como Caribe Bliss.
Ir a Fajardo y no pasar por Las Croabas es casi imperdonable. Puedes organizar un picnic en el pequeño parque o caminar por el malecón para disfrutar de un romántico paseo al atardecer.
Para tu última cena en Puerto Rico, encuentra pasión y fuego en la cocina de la chef Myrta en Pasión por el Fogón, un mesón gastronómico con propuestas como langostas rellenas de camarones, mofongo relleno, mamposteao' con churrasco y mucho más. Otras excelentes opciones para comer son La Estación, Sal y Pimienta y El Bohío; todo repleto de rica comida criolla.
Después de la cena, regresa a tu hotel y descansa. Luego, relájate junto a la piscina con unos cócteles o explora un poco más la energía relajada de Luquillo, donde puedes escuchar una banda en vivo o ir al karaoke en Boardrider's Surf Bar y tomar unas copas o caminar bajo la luz de la luna en La Pared.
No olvides darte un chapuzón en uno de los muchos pozos de agua en El Yunque.
Día cuatro: ¡Nos vemos luego!
En su último día, den un chapuzón final en la piscina del hotel y coman algo en el restaurante del hotel antes de partir. Luego, según el horario de su vuelo, tomen un desayuno tardío en Lluvia's Café o Coffee at the View, ubicado en las laderas de El Yunque, o pasen por Degree 18 Juicebar para tomar un batido refrescante o un tazón de açai mientras se acurrucan en una de sus hamacas de colores.
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